Cheguei ao paraíso. O ar é quente, parece que é o bafo da Terra.
É preciso dizer que nas últimas semanas o paraíso já tem mostrado a pontinha do pé.
J'ai la chance. Derniérement elle est ici, à côté. Assise à côté. J'aimerais qu'elle reste. Je lui parle.
Il fait chaud d'une telle façon que j'imagine l'haleine de la Terre. Les herbes sont comme l'or.
Dedidme algo porque os dejo un principio sólido de la carta a Almodóvar:
"Estimado señor Pedro Almodóvar.
Esta es una carta que llevo meses escribiendo mentalmente. Desde hace tiempo que quería compartir con usted algunas ideas. Pero ante todo dar las gracias por su trabajo que me llena, me alimenta.
La cosa más importante es la palabra, el diálogo esta circulación del verbo que une. Esta es entonces la razón existencial de esta correspondencia. Que en su origen es una declaración de amor a sus gestos, por lo que es suyo y que de manera generosa usted ofrece al público (para que este lo trabaje). Una declaración de amor que durante el trayecto – de María a Pedro - espero que haya perdido toda la emoción y sea recibida como algo serio, reflexionado, no-febril y de la cual gané distancia, por que ya no es mía.
Yo, soy Maria, Maria-do-Mar, como “del mar” pero en portugués. Desde septiembre vivo en Arles, esa pequeña ciudad que vio Van Gogh y ve Christian Lacroix. Y donde está la Escuela Nacional de Fotografía, donde soy alumna. Antes de trasladarme aquí, vivía en Barcelona (fueron 6 años) donde estudié mi carrera. Y donde llegué a mis 18 años directamente de Évora, mi ciudad perdida en el seco y mudo Alentejo Portugués.
Observadora atenta, me atrevo a decirle esto que se sigue:"
sábado, 21 de junho de 2008
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário